De acuerdo a estos criterios, Joseph Firbas representa la fisonomía humana para hacer visible una serie de estados profundos del ser como quietud, nostalgia, melancolía, etc. Desde los inicios de su carrera, Firbas ha establecido de manera sólida un genuino interés por explorar, a través de la fisonomía humana, cierto modo de representación de los desplazamientos internos y sus avatares más profundos anota Valeria Quintana, historiadora del arte.
La apariencia serena, melancólica, casi enajenada de estos rostros de aspecto milenario rebasa pronto la noción de retrato para adquirir un carácter alegórico acerca de la condición humana, agrega la especialista en arte.
Desde 18 de julio hasta el 17 de agosto de martes a domingo de 11 a.m. a 8 p.m.
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