Miguel Aguirre, ampliamente conocido en nuestro medio, es un artista peruano que reside en Barcelona
desde hace diez años, y es desde esa perspectiva, la del expatriado,
que mira la ciudad de Lima y observa los cambios que en ella se vienen
sucediendo, cambios en sus calles y en quienes deambulan por ellas,
identificando elementos de color que la distinguen.
Es en esa búsqueda cromática que Aguirre retrata, como lo hiciera Pancho Fierro, al barrendero, al emolientero, al cambista y al sereno, entre otros personajes que caracterizan las calles limeñas, y son ellos con sus uniformes y herramientas de trabajo, fuentes de información para el artista.
Pero también están los afiches, carteles y neones con sus fluorescencias, los que le dan un matiz especial, más en ritmo de tecnocumbia que de marinera, vivas manifestaciones de una ciudad que continúa cambiando y que son base para la creación de una serie de abstractos en deliberado homenaje a Mark Rothko.
Del 10 de enero al 10 de febrero
Galería Lucía de la Puente, Paseo Sáenz Peña 206-A, Barranco
Es en esa búsqueda cromática que Aguirre retrata, como lo hiciera Pancho Fierro, al barrendero, al emolientero, al cambista y al sereno, entre otros personajes que caracterizan las calles limeñas, y son ellos con sus uniformes y herramientas de trabajo, fuentes de información para el artista.
Pero también están los afiches, carteles y neones con sus fluorescencias, los que le dan un matiz especial, más en ritmo de tecnocumbia que de marinera, vivas manifestaciones de una ciudad que continúa cambiando y que son base para la creación de una serie de abstractos en deliberado homenaje a Mark Rothko.
Del 10 de enero al 10 de febrero
Galería Lucía de la Puente, Paseo Sáenz Peña 206-A, Barranco

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario