Durante su estadía en la ciudad de Nueva York, la artista tuvo la oportunidad de ver la retrospectiva de Hilma af Klimt, estimulando en ella su propia espiritualidad. La percepción renovada de su proceso artístico, le permitió construir configuraciones geométricas propias, que inevitablemente, reflejan también un sentido de lo femenino, lo afectivo y emocional en distintos formatos y soportes.
Las imágenes que habitan esta nueva propuesta surgen de una exploración de las posibilidades de la línea y el color. Planos de formas geométricas meticulosamente desarrolladas y llenas de colores vibrantes son interrumpidas súbitamente por formas orgánicas que desafían y complementan simultáneamente la simetría planteada. La ausencia del color no involucra necesariamente un vacío sino un espacio aún por explorar.
Estos procesos constituyen un esfuerzo por darle sentido a la inestabilidad de estos tiempos. El contraste entre la simetría y las formas libres, la vitalidad de los colores y el vacío del negro son manifestaciones de la perspectiva de Capriata. Una mirada que absorbe sensorialmente aquellas atmósferas de sus propias experiencias para continuar en la búsqueda del equilibrio entre las infinitas posibilidades que pueden albergar las formas y los colores.
La artista presenta también un espacio participativo para desarrollar la propia creatividad de los visitantes. Ellos, como agentes activos y creadores de cultura, podrán probarse y retratarse con los diferentes mandiles intervenidos basados en la reutilización textil de prendas de su madre.
Hasta el 15 de julio, Wu Galería
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